Chad
7 - 24 Octubre 2022
Este cuaderno está elaborado sobre un antiguo diario de cuentas que llevaba años viendo en la casa de mis padres. Las páginas amarillentas, la portada envejecida y el formato horizontal me recordaron a esos antiguos diarios de viaje coloniales que tanto romanticé durante mi infancia.
Queriendo reinterpretar este concepto y teniendo en cuenta el pasado del país como colonia francesa, me hice con un ejemplar de “El Lago Chad” de René Gardi, en el que se narran episodios del trayecto que el autor realizó por el país durante los años 50, con la idea de recortar las láminas en blanco y negro que componen el libro y darles un nuevo significado.
La narración de Gardi, llena de estereotipos y sesgos marcadamente etnocentristas se ven ahora desde un nuevo prisma al contraponerse con las instantáneas que yo misma hice durante mi viaje, sesenta años después de que el viajero suizo pasase por allí.
Así, el cuaderno se compone por una serie de fotos polaroid de nómadas de la etnia Woodabe participando en el Guerewol, retratos de hombres tubu y mujeres Kanamuji, fragmentos de textos en árabe y trozos de tela, plantas y plumas que fui encontrando en el camino; dibujos de pinturas rupestres que visitamos mientras nos adentrábamos en el desierto de Ennedi, mapas y esquemas con información práctica (desde el cambio de divisa hasta la división geográfica de los diferentes grupos étnicos) y por supuesto, la narración en primera persona de aquello que fui viendo y viviendo en el país. En la última página, una media luna dorada encontrada en el suelo de un mercado marca el final de la obra.
La idea para la encuadernación continúa explorando la idea del cuaderno de viajes clásico, con las letras de portada realizadas a través de la técnica del golpe seco y el refuerzo del lomo en tela color granate. La cinta de registro, realizada con un diente de vaca y piezas de tela y cuerda encontrados durante el viaje, se establece como elemento práctico pero también decorativo, queriendo romper con la bidimensionalidad del papel para convertir el propio libro en un objeto.
7 - 24 Octubre 2022
Este cuaderno está elaborado sobre un antiguo diario de cuentas que llevaba años viendo en la casa de mis padres. Las páginas amarillentas, la portada envejecida y el formato horizontal me recordaron a esos antiguos diarios de viaje coloniales que tanto romanticé durante mi infancia.
Queriendo reinterpretar este concepto y teniendo en cuenta el pasado del país como colonia francesa, me hice con un ejemplar de “El Lago Chad” de René Gardi, en el que se narran episodios del trayecto que el autor realizó por el país durante los años 50, con la idea de recortar las láminas en blanco y negro que componen el libro y darles un nuevo significado.
La narración de Gardi, llena de estereotipos y sesgos marcadamente etnocentristas se ven ahora desde un nuevo prisma al contraponerse con las instantáneas que yo misma hice durante mi viaje, sesenta años después de que el viajero suizo pasase por allí.
Así, el cuaderno se compone por una serie de fotos polaroid de nómadas de la etnia Woodabe participando en el Guerewol, retratos de hombres tubu y mujeres Kanamuji, fragmentos de textos en árabe y trozos de tela, plantas y plumas que fui encontrando en el camino; dibujos de pinturas rupestres que visitamos mientras nos adentrábamos en el desierto de Ennedi, mapas y esquemas con información práctica (desde el cambio de divisa hasta la división geográfica de los diferentes grupos étnicos) y por supuesto, la narración en primera persona de aquello que fui viendo y viviendo en el país. En la última página, una media luna dorada encontrada en el suelo de un mercado marca el final de la obra.
La idea para la encuadernación continúa explorando la idea del cuaderno de viajes clásico, con las letras de portada realizadas a través de la técnica del golpe seco y el refuerzo del lomo en tela color granate. La cinta de registro, realizada con un diente de vaca y piezas de tela y cuerda encontrados durante el viaje, se establece como elemento práctico pero también decorativo, queriendo romper con la bidimensionalidad del papel para convertir el propio libro en un objeto.